Colombia está lista para una nueva temporada taurina en medio de la polémica
Cuatro ciudades tendrán corridas: Manizales, Cali, Bogotá y Medellín.
Colombia abrirá mañana la tradicional temporada taurina de fin de año, que incluye festejos en cuatro plazas, en medio del debate público sobre esta actividad y contra la corriente de iniciativas en el Congreso de la República que pretenden prohibirla.
Pero más allá de ese debate, es un hecho que el país tendrá hasta mediados de febrero de 2018 ruedos de primera categoría en Cali, Manizales, Bogotá y Medellín, con las principales figuras del toreo como atracción.
La Feria de Cali, que cumple 60 años de actividad ininterrumpida, será a partir de mañana la primera de la temporada.
Los españoles Enrique Ponce, El Juli, José Mari Manzanares, Alberto López Simón y Miguel Ángel Perera; el francés Sebastián Castella y el peruano Andrés Roca Rey, entre otros, encabezan la nómina de extranjeros en las plazas nacionales.
Entre los colombianos destaca el matador Luis Bolívar, el más representativo del país en el exterior.
No se quedan atrás las ganaderías criollas, hechas a usanza de las españolas, edificadas en áreas rurales que van desde los Andes hasta las planicies del sur y el oeste del país.
La variedad de encastes y el celo para cuidar de las camadas que se levantan en el campo hacen de los criadores un gremio exótico para los demás y dispuesto a no renunciar a la crianza de una familia bovina que se juega mucho de su futuro en estos días, tanto en las arenas como en tribunales y espacios de discusión.
Serán poco más de treinta tardes, si se suman las que se dan en provincia en esta época. Ese número de festejos, demasiado para los antitaurinos, tiene otra interpretación del lado de quienes gustan de la fiesta brava.
Y es que para estos últimos, el solo hecho de que la lidia de toros bravos sobreviva es ya una conquista, digna de reconocimiento, por un lado, y estímulo para perseverar en su defensa.
Así lo dice Felipe Negret, gerente de la corporación que administra la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá, inaugurada en 1931 y patrimonio nacional.
Líder y portavoz de la defensa del ejercicio taurino en el país, Negret ganó hace unos años el pleito en los tribunales al exalcalde bogotano Gustavo Petro, quien había clausurado el coso capitalino en 2012.
Negret dice que lo suyo, antes que defender una causa taurina, "es ponerse del lado de las libertades en el seno de una democracia".
Por eso, el empresario y abogado llama a los taurinos a "salir del armario" y a poner la cara en defensa de la tauromaquia.
Los mismo propone el torero Luis Bolívar, quien le da a esta temporada el carácter de respuesta contundente a quienes llaman a la prohibición.
"Aquellos que posan de dueños de la moral para condenarnos olvidan que la Constitución avala esta expresión cultural, más allá de que el tema de los toros guste o no", dijo a Efe.
En la misma línea se sitúa el periodista especializado David Jaramillo, nacido en Colombia pero residente en Madrid, al expresar su visión de la tauromaquia en el país.
"Una cultura, entre muchas otras cosas, respetuosa con el medioambiente, que sirve además como motor económico y atractivo turístico es ahora bandera de la lucha por las libertades, porque una minoría no puede -ni debe- ser aplastada por otra minoría que se autoproclama moralmente superior", afirma.
El Gobierno colombiano presentó en mayo pasado un proyecto de ley que pretende acabar con las corridas de toros, calificadas como "expresiones de crueldad y violencia", en sintonía con iniciativas similares de asociaciones de animalistas.
Pero mientras se define su futuro, está claro que el toro saldrá al ruedo en Colombia y miles de personas se apostarán en los tendidos de las plazas más reconocidas de las grandes ciudades como se hizo casi sin pausa durante buena parte del último siglo.
EFE